El ratoncillo diminuto

 


El ratoncillo diminuto

Este es un Cuento Infantil, El ratoncillo diminuto, que lleva un bonito mensaje para los más pequeñitos.

Érase una vez un ratoncillo  muy muy pequeñito que se llamaba PÉREZ.

Tan pequeñito, tan pequeñito, que cuando sus amigos le llamaban él encendía una cerilla para que le vieran.

En el cole siempre se reían de él por su pequeño tamaño, pero a PÉREZ le daba igual y hacía oídos sordos a todo lo que le decían.

Sin embargo, muchos de sus amigos no se daban cuenta de que PÉREZ era el único ratón que no caía en las trampas de las personas.

Cuando había que esquivar las trampas para llegar a la madriguera, PÉREZ se las ingeniaba para moverse con rapidez y no pisar nunca el mecanismo que las activaba.

Muchos ratones morían cada día por culpa de esas trampas que los personas ponían, y el que tenía más habilidad para esquivarlas sin ningún problema, era PÉREZ.

Además, cuando alguna persona salía a cazar ratones, PÉREZ se cobijaba en los agujeros del queso, y nunca le descubrían.

Él era el único ratón que podía hacer eso.

Llegó un día en que los jóvenes ratoncitos querían ser igual que  PÉREZ, pero todos los ratones de la comunidad aprendieron que lo que puede parecer un defecto se puede convertir en una virtud si utilizamos nuestro cerebro para pensar y lo deseamos con empeño.

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