El mago de Oz

 


Cuento infantil clásico de El Mago de Oz

Este Cuento Infantil de El Mago de Oz cuenta las aventuras de una niña y su perro en un país imaginario llamado Oz.

Dorita era una niña que vivía con sus tíos en una granja y su perro Totó.

Un día, un tornado apareció mientras la niña jugaba con su perro cerca de la casa.

Cuando Dorita lo vió, se dispuso a correr hacia la casa, pero la niña tropezó, se cayó y acabó siendo arrastrada, junto con su perro, por el tornado, ante la mirada desesperada de sus tíos.

Dorita y su perro Totó viajaron a través del tornado y llegaron a un lugar totalmente desconocido.

Allí encontraron personajes muy extraños y un hada.

Dorita les preguntó:  «¿Cómo puedo volver a mi casa?»  , – «Debéis ir a visitar al Mago de Oz. Él os podrá ayudar.» – Dijo el hada.

Les indicaron el camino hacia donde debían de ir.

En el camino los dos se encontraron con un espantapájaros que les pedía un cerebro.

Dorita le dijo que la acompañara para ver si el Mago de Oz podria hacer algo por él y el espantapájaros aceptó.

Más adelante se encontraron a un hombre de hojalata que estaba sentado debajo de un árbol y deseaba tener un corazón.

Dorita le dijo: – «Ven con nosotros a ver al Mago de Oz, seguro que él podrá ayudarte a encontrarlo» -.

Y continuaron en el camino. Más tarde, Dorita, el espantapájaros y el hombre de hojalata se encontraron a un león asustado y rugiendo débilmente por los ladridos de Totó.

El león estaba llorando porque quería ser valiente.

Así que todos decidieron ir a ver al Mago de Oz, con la esperanza de que hicieran realidad sus deseos.

Cuando llegaron al país de Oz, todos le explicaron al Mago lo que deseaban.

El Mago de Oz les puso una condición: – «Antes de solucionaros vuestros problemas, tendréis que matar a la bruja más mala del reino» -.

Ellos lo acataron y, al salir del castillo de Oz, Dorita y sus amigos atravesaron por un campo de amapolas.

Y ese intenso olor les hizo entrar en un profundo sueño siendo capturados por unos monos voladores que venían de parte de la malvada bruja.

Cuando despertaron y vieron a la bruja, lo único que se le ocurrió a Dorita fue arrojarle un cubo de agua a la cara que tenía cerca suya.

Pero, por suerte, esa era la solución para acabar con ella.

La bruja se convirtió en un charco de agua rápidamente rompiendo así su hechizo.

Cuando llegaron al castillo del Mago todos vieron cumplidos sus deseos, excepto Dorita.

Pero Totó, como era muy curioso, descubrió que el Mago no era sino un anciano que se escondía tras su figura.

El hombre llevaba allí muchos años pero ya quería salir de ese sitio. Para ello había fabricado un globo mágico.

Dorita decidió irse con él. Durante el peligroso viaje en globo, su perro se cayó y Dorita saltó tras él para intentar salvarle.

En su caída, la niña soñó con todos sus amigos y oyó cómo el hada le decía: – «Si quieres volver, piensa: «en ningún sitio se está como en casa» -.

Cuando despertó oyó gritar a sus tíos y salió corriendo.

¡Todo había sido un sueño! Un sueño que ella jamás olvidaría…..ni tampoco sus amigos.

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